"Siempre seras la niña que me llene el alma como mar inquieto como mar en calma siempre tan lejana como el horizonte "-Ey, que haces?
Saltaste de la silla en la que estabas tranquilamente sentado (espiándola), y rodaste al piso, dándote el dedo chiquito del pie contra la cama.
-Ay la put* madre Federico!!!!
-jajajaja, eso te pasa por tarado, pendejo. Otra vez?
-shhhh, basta.- lo callaste
-Anotalo, porque te lo voy a decir una sola vez si?-te dijo tu hermano sentándose sobre tu escritorio, mientras se retiraba la gorra de los "Phi Delta Theta." (la fraternidad a la que pertenecían y a la que perteneció toda tu familia desde hacía tres generaciones, sin contar la de ustedes)
-Que cosa Fede?-le preguntaste mientras secabas tu espalda, aún húmeda y te prendías tu camisa celeste.
-Aunque ni te registre por ahora, yo creo que la presidenta de "Phi Beta Kappa" sería una buena compañía, para un futuro abogado como vos. Tenes como ganarla Pepe.- Te explicó Fede, con aire de hermano mayor, como si te estuviera explicando un Teorema, y te sonrió de costado (la media sonrisa Alfonso, le decían en el campus, al parecer era de familia)
Te diste vuelta, sobrándolo. Que bueno que te aclaraba que ella ni sabe quien sos. Menos mal, sino casi que no te dabas cuenta. Ni que llevaras contado los días, desde la última vez que pensaste que te había mirado (cuando en realidad miraba a Francesca, su prima y mejor amiga). Ni que al cerrar tus ojos pudieras dibujar su sonrisa, imaginar el contacto con su piel, sentir su perfume (Miracle, por lo que habías averiguado). Ni que supieras su color favorito (Lila), su comida favorita (ñoquis con salsa rosa). Tu amada ironía se hacía presente. Si, claramente estabas para internar. Ya no sabías que hacer para que te mire, para que te registre.
-Ella, nunca estaría con un Delta Theta, Fede...
-Y...mejor que Braian sos eh! Ese si que no mueve nada
-Pero el es Beta Kappa, como ella...
-No seas antiguo Pepe... Hoy por hoy se mezclan las fraternidades...Preguntale a Nan. Además el sábado lo liquidamos a Bribri jajajaja, juro que no le puede decir así
Suspiraste, casi sin pensarlo, tus ojos se cerraban, y la veías a ella, llamándolo a Bribri...sonriéndole, abrazándolo, colocando sus manos en la nuca de él, besándolo. Bribri. Nunca llegarías a ella. No si seguías así.
Desconocías que era lo que te tenía tan locamente enamorado, dejando de lado su belleza física, que era innegable. No lograbas entender que tenía para sacudirte tanto con el mínimo contacto. Definitivamente , Paula, es otra cosa, es distinta.
Paula, siempre fue, es y sería, tu pequeño horizonte. Aquel que anhelas y no tenes, aquel que quema y te sacude. Aquel que no te deja ver en otra mujer otro rostro que no sea el de ella. Paula sería tu gran amor, tu gran sueño, tu amor eterno, tu sueño en vida.
Paula era el claro ejemplo de lo que nunca iba a ser, ella, simplemente, era el claro ejemplo de estar lejos, estando cerca.
"Gritando en el silencio tu nombre en mis labios solo queda el eco de mi desengaño sigo aquí en mis sueños de seguirte amando "Permanecías en silencio, con tu resaltador naranja en la boca, el amarillo en la mano derecha y tus ojos achinados.
Estudiabas de noche ultimamente, desconocías si era que te concentrabas más o simplemente aprovechabas para soñarla menos (como si despierto no lo hicieras, iluso)
-Pepeeee- Anna tocaba tu puerta.
Sonreíste porque Anna era tu mejor amiga, la única que conocía todo de vos, por ende, lo que te pasaba con Paula. Anna era divertida, atrevida, tu versión femenina, e inexplicablemente era de la otra casa. Ella era una de las pocas Beta Kappa con las que te llevabas.
Históricamente tu fraternidad y la de Paula (y Anna) eran rivales. Cuando tus padres concurrían a esa universidad, incluso, una de las principales reglas era no mezclarse. Hoy, por suerte, las reglas eran distintas.
Anna tomaba un par de clases con vos y una con Paula, no eran amigas, pero se conocían.
Ya tenías agotada a tu mejor amiga con Pau, pobre de ella.
Sentías que no podías más con ese anhelo en tu pecho, cada vez que la veías pasar, sentías tu cuerpo tensarse. La veías sonreír y tu mundo cambiaba, te olvidabas de todo y de todos.
A veces, soñabas con ella, despierto y dormido. Acostado y parado. Soñabas con su cara angelical, con su rostro de porcelana. Soñabas con ella, con su amor, soñabas que un día ese amor sería correspondido, al menos imaginabas, que un día ella notaría tu existencia como hombre.
Llevabas contadas las veces que te había sonreído, ella era tan simpática.
-Flashback-
-Hola Delta Theta- te dijo acomodándo sus trenzas.
-E..Em..Emm... Ho...Hola Pau....-tardaste básicamente dos minutos en completar la frase. Genial.
-Me dijeron que tomarías cultura Americana, es verdad?
-Si claro, vos?
-Hace años que deseo poder hacerla.
-Yo hace años te deseo a vos, vaya casualidad-murmuraste
-Cómo?-te indagó Paula confundida
-No, que yo hace años deseo lo mismo que vos entonces, vaya casualidad- sonreíste de costado
-Sonrisa Alfonso, asi que esta era eh-te dijo pícaramente y remató: - Nos vemos el lunes
-Flashback-
-Dime Annita que te trae por aquí- canchereaste a tu amiga
-Correte y prestame el baño que no aguanto
-Ahora si, venía a decirte que a las 18.30 tenes entrenamiento, me dijo Nan que te avise.
-Ay me dijo Nan...
-Shhhhh..seguí estudiando asi el sábado ganan...
-Vos sos Beta Kappa, ya te olvidaste?
-Pero si pierden mi novio me va a matar
-Yo te voy a matar que haces a esta hora circulando sola por el campus?
-Iba para lo de Nan y no llegue, esta casona es enorme
-Mandale un beso a mi amigo y no lo desconcentres
Saliste a la puerta de tu habitación para saludarla y ella te gritó
-La próxima te mando a Paupiiiiiiiiii
Por Dios. Ibas a matarla. Que pendeja! En tanto siga así, todos se enterarían de tu amor incondicional por la presidenta de la otra casa. E inevitablemente volvías a pensar en ella. Cuando pensabas que liberarías al fin tu cabeza de ella, de aquella rubia, volvías, caías.
Ya nada haría que recuperes la concentración. Tan solo, te acostaste en tu cama, apagaste la luz, encendiste el velador, con esa luz tenue que era horrenda y totalmente inútil y te pusiste a pensarla, a soñarla, una vez mas. Recorrías con tu mente sus facciones, sus cabellos, su timidez y su alegría, su inteligencia, y su desfachatez por momentos. Recordabas su sonrisa, tan bella. La medicina para tus tristezas, verla sonreír para vos era suficiente, porque nunca habías conocido algo tan eficaz, nunca podrías negar que estabas completamente enamorado, y morías por ella.
"Sera, sera como tu quieras pero asi sera si aun tengo que esperarte siete vidas mas me quedare colgado de este sentimiento "
La universidad era una revolución, por primera vez en años, un profesor había decidido hacer grupos mezclando las casas.
El profesor de Cultura Americana se iba a meter en un problema, seguramente.
Mañana se harían los sorteos. Anna no paraba de ilusionarse con que les toque juntos.
Finalmente el destino estaba de tu lado, o eso creías. Guardarías este día jueves en tu memoria. Carlos Montana (tu profesor de Cultura) había sorteado los grupos. El tuyo: Anna y Paula.
Tu retina aún mantenía guardado el momento en que Carlos había dicho: "Chaves, grupo 5". Ella, sentada con Francesca delante de ustedes (Anna y vos) se dió vuelta: fresca, natural, podrías jurar que el viento que circulaba en el aula 72c se centró en sus ondas rubias, que se movían al son del viento. Como en una película, el alrededor se nubló para tu vista, solo viste su rostro angelical, su tez blanca, resaltando esos ojos verdes que te hacían perder la razón, que te llevaban al borde del abismo, esos ojos transparentes que rogabas nunca derramen una lágrima, esos ojos verdes que te hacían morir de amor en silencio, en la penumbra, en la sombra, en el anhelo de un amor imposible. Con el poco juicio que aún te quedaba mientras la admirabas, viste como sus labios se movieron, y en esas milésimas de segundos rogaste que no fuera para hablar, porque en tu estado sería imposible que el sonido llegue a tus oídos sin que antes pases algún papelón, delante de los más de 150 alumnos. Finalmente, la viste esbozar una sonrisa, observaste sus hermosos e irregulares dientes casi blancos, sus ojos medios achinarse, y ahora si, definitivamente la sonrisa era para vos, bueno, para Anna y para vos.
Tu trance fue interrumpido por tu mejor amiga que pasaba su mano derecha por tu boca de manera exagerada:
-la baba pepito-te dijo riéndose
-Shhh, Anna por favor te lo pido. Dios como voy a hacer para mantenerte callada Nani- le dijiste apenado
-Vamos Pepon, sabes que nunca diría nada...aunque si podría ayudarte
-Yo estuve pensando que quizas...
-Shhhhh aguantame, que me llama Nan-te interrumpió ella, tu amigo siempre oportuno.
La viste alejarse, mientras vos acomodabas tus apuntes, dispuesto a irte. Tu mirada estaba fija en ELLA, en su espalda, llevaba una blusa negra con pequeños círculos blancos, arriba, un chaleco aparentemente tejido en color blanco, es que ella vestía tan bien. Y ahora la verías todos los días, tu felicidad aumentaba, al mismo ritmo galopante que tus nervios.
En un momento de valentía (desconocías de donde habría surgido) te dispusiste a pararte y decirle algo. Planeabas un "estamos en el mismo grupo" aunque sería bastante tonto, ya que todo el curso lo sabía. Podrías decirle simplemente "hola", aunque ignorabas si sería mejor decirle hola o "que tal?". Dios, ya habías olvidado como debía ser el trato con las mujeres.
Bueno, improvisarías, que tan malo podía ser? Cuando estuviste listo encaraste hacia ella. Estabas a punto de hablarle (aunque ella ni te había visto, ya que estabas tras su asiento por el lateral izquierdo) cuando se te cae tu lápiz negro (Staedtler amarillo y negro, 2HB. El único que usabas). Al agacharte, escuchaste pasos y un hola mi amor. Cerraste los ojos aún agachado, mirando el piso, para engañarte un ratito más. De repente un "hola Bribri" te llevó a la realidad. Braian la tenía enamorada, y vos...simplemente no tenías nada. Solo deseos, solo inútiles proyecciones, tan solo tenías un gran amor...no correspondido.
-Pero levantate nene-te dijo Paula, no tu Paula, sino la de tu hermano, tu cuñada, un quilombo.
-Me asustaste poly (así le decías, desde hace ya 4 años)-le dijiste mientras tomabas la mano que ella te estiraba para levantarte.
-Mi tocaya otra vez? Vos si que te arrastrás literal, eh...-te dijo animadamente palmeandote la espalda.
-Eh? Como? Pe..pero si yo no...-medio tartamudeaste y la miraste confundido
-Ups...era una secreto? Me contó Fede..
-Que pendejo, entre Fede y Anna se va a enterar toda la universidad, antes que ella siquiera me mire.
-Ay cuñadito, hasta ternura me das... Con la cantidad de chicas que se mueren por vos...
-Y yo me muero por ella.- le dijiste presionando tus labios y despidiéndote de ella al llegar a la zona de mujeres del edificio de la "Phi Delta Theta."
"Por amarte así es esa mi fortuna es ese mi castigo sera que tanto amor acaso esta prohibido yo sigo aquí muriendo por estar contigo"
Sábado 11 am.
-Alguno vio las vendas? - preguntaste a tus amigos que estaban esperando por ti
-Mamá te las había mandado limpias, vamos Pepe, en algún lugar las habrás dejado- medio te retó tu hermano
-Bueno, no me estás ayudando
-Pero debemos jugar, y debemos ganar, te olvidaste ya?
-No, claro, pero aún faltan 3 horas. Fijate en el tercer cajón quizás esten ahí.
Nan te miraba mientras jugaba con la pelota al lado de la ventana de tu habitación.
-Pero que buena vista tenes desde aquí al ala femenina de "Phi Beta Kappa" hermano..
Lo miraste de reojo y sonreíste, claro, ya te habías dado cuenta.
-Ya se!!!!!- gritaste
-No era para tanta emoción - te dijo Hernán, algo confundido frente a tu reacción.
-Eh? De que hablas? Ah nono, que ya recordé donde dejé las vendas- le dijiste tranquilamente, mientras te dirigías a tu mesita de luz.
-En el cajón de la mesita de luz?- te preguntó Fede, tu hermano.
-No, claro que no. Estan aquí en este huequito entre la cama y la mesita de luz.
-Siempre tan ordenado- se rió Herni.
Sábado 14 pm.
Y aunque el frío era evidente, el día había llegado. El día del "Boca-River" de la universidad estaba a media hora de comenzar. "Phi Beta Kappa" Vs. "Phi Delta Theta."
Te terminabas de acomodar tu short blanco y tu remera blanca y negra, para comenzar. Hoy, como cada partido, llevarías la cinta de capitán en tu brazo derecho.-Pero que buena vista tenes desde aquí al ala femenina de "Phi Beta Kappa" hermano..
Lo miraste de reojo y sonreíste, claro, ya te habías dado cuenta.
-Ya se!!!!!- gritaste
-No era para tanta emoción - te dijo Hernán, algo confundido frente a tu reacción.
-Eh? De que hablas? Ah nono, que ya recordé donde dejé las vendas- le dijiste tranquilamente, mientras te dirigías a tu mesita de luz.
-En el cajón de la mesita de luz?- te preguntó Fede, tu hermano.
-No, claro que no. Estan aquí en este huequito entre la cama y la mesita de luz.
-Siempre tan ordenado- se rió Herni.
Sábado 14 pm.
Y aunque el frío era evidente, el día había llegado. El día del "Boca-River" de la universidad estaba a media hora de comenzar. "Phi Beta Kappa" Vs. "Phi Delta Theta."
Alzaste la vista y los viste. Viste lo que no querías ver, aquello que tu hermano estaba intentando evitarte hablandote de cualquier cosa, pero igualmente sobre su hombro derecho veías la imágen: la parejita feliz. Ella, abrigada por demás, combinada de pies a cabeza. El, ridículamente con la remera dentro del pantalón. Imbécil. Le faltaba ponerse un gorrito. La viste a Paula (tu Paula...bueno, no tuya) agitar sus delicadas manos, que previamente había liberado de los guantes negros que llevaba puesto, sobre los brazos toscos, de él. Jurarías que hasta tenía piel de gallina el muy tarado. Como una secuencia, que seguías observando, la viste a ella hundirse en su cuello. Viste las manos de Braian sobre la espalda de Paula moverse enérgicamente, como dándole calor. La viste a ella recorrer su cuello con besos, hasta llegar a su pera. Seguidamente viste como el depositaba un beso en sus labios y cuidadosamente ella se ponía en puntitas de pie para dejar un beso en su frente, que el recibía con los ojos cerrados.
Y eso te mató, como nada, como nunca. Porque de los besos con los que podías competir, el beso en la frente era el peor. Porque es un mimo, un cuidado, es amor. Ellos eran amor, y vos simplemente eras un manojo de angustia, viendo lo que nunca fuiste capaz de ver tan claramente, viendo como el amor se te escapaba por nunca habértela jugado. La veías irse y sentías tu piel prenderse fuego, tus puños se cerraban con rapidez y fuerza, sentías tu piel erizarse y no era por el frío. Creías que tu corazón se había paralizado, nunca habías visto tan claramente el amor que Paula tenía por ese chico, nunca habías aceptado que seguramente nunca la tendrías, que su corazón tiene dueño, y que ese dueño no eras vos, sino el capitán del "Phi Beta Kappa". Sentiste una especie de vértigo, seguido un nudo en la garganta, sentiste como el aire no entraba con tanta facilidad. Inhalaste y exhalaste profundamente 3 veces, las suficientes para volver al mundo. Volver a tu mundo. Ese mundo en el que no solo ganarías ese partido, sino que darías vuelta como una media a Bribri.
1-0 arriba y faltando 15 minutos para el fin del segundo tiempo.
Pero no era suficiente, si el se quedaría con Paula, necesitabas que la pase mal. Que sienta rabia, furia, que sienta que perdió con todas las letras, necesitabas que sea el hazme reír de su equipo, de su familia, y si era posible de su novia.
Comenzaste a gambetear, dirigiéndote al arco de tu rival, al arco de los Beta Kappa. Querías un uno contra uno. Para eso, debías anular la defensa, para eso, debías esquivar al último hombre del equipo rival: Braian. Viste la llama en sus ojos. Si algo tenían en común (además del amor por Paula) era la competitividad. El, pateo la pelota, sin foul, sacándote el control de ella. Justo, lo que buscabas, en un solo movimiento te diste media vuelta y de un taquito la dirigiste entre sus piernas, al grito de "Caaaaaño" proveniente de la tribuna (donde estaban Poly, Anna, y tus padres), seguido de aplausos, varios, para ser humilde. Morías por ver su cara pero ahora te encontrabas clavándo la pelota en el ángulo superior izquierdo del arco.
Viste a Braian ir por la pelota con rapidez, mientras vos y tu equipo festejaban el segundo gol del equipo, que practicamente los consagraba ganadores.
Aún con ganas de más, Fede y vos, llegaron al arco rival haciendo una buena pared. No sabías si te iba a salir, pero necesitabas, al menos, intentarlo. Ya casi, en frente del arquero, espiaste que Braian venga por vos, cuando estuviste lo suficientemente seguro, diste vuelta tu eje, y pateaste con toda tu fuerza hacia el lugar donde estaba Braian, quien hizo un "medio trompo" para evitar que lo golpearas en sus partes bajas. La pelota, tomó un giro totalmente distinto y eso hizo que el arquero se encontrara inclinándose hacia su izquierda, y el balón entrando por el ala derecha, casi sin fuerza, pero con la suficiente para cruzar la línea blanca.
Gol, silbato final, triunfo, tu equipo sobre vos, y Braian refregándose la cadera por el golpe (que por suerte no había sido entendido como algo personal)
Y él no solo no era el hazme reír de su novia, sino que ésta lo llenaba de mimos por el golpe recibido. Touche.
-Quién leyó algo de Canadá? Pedro?-preguntó Paula mientras llevaba su portaminas rosa a la boca
-Pedro!!!-te chistó Anna, mientras te pegaba un rodillazo por debajo de la mesa, para despertarte de ese estado de babia, al que te transportaba una Paula tan cerca, tan natural, con su colita de costado, su camisa de jean y sus calzas coloradas.
-Nani-te quejaste, con tus ojos achinados mirándola
Y Paula rió. Y vos le sonreíste, porque sí. Porque era ella. Porque ella te puede, ella te sacude. En este mes que llevaban compartiendo los tres, la habías descubierto más humana, mas fresca, más linda, más cercana, más perfectamente imperfecta. Claro, eso era posible.
Había días que te colgabas en su sonrisa, en su simpatía (que desconocías), en sus delirios, en su dulce voz. Hacían un buen equipo, a decir verdad, tenían bastante afinidad los tres.
-Lo siento Pepon, pero te necesitamos acá, sabes?
-Dejalo, quizás estaba pensando en alguna chica-dijo Paula, graciosamente aunque sin darle demasiada importancia-No estabas no?-reiteró. Y te descolocó. Le sonreíste a Anna, quien te devolvió la sonrisa...
-Oh no, esto es enserio? Como no me di cuenta antes, que lindo-dijo tu Paula, con un tono raro en la voz para tu gusto (deseabas que la rareza sea sinónimo de celos)
-Que es lo que no entendes Pauli?- preguntó Nani rascandose la pera, con el ceño fruncido y su cabeza de costado. Pareciera que ella fuera la que no entendía.
-Que ustedes...son no-vios- dijo Paula un tanto miedosa, un tanto descolocada por el rumbo de la conversación.
Tus carcajadas sonaron limpias en el cuarto de Anna, donde se encontraban haciendo el trabajo. Seguidamente Nani se acopló a tus risas y Paula miraba sin entender mucho.
-No claro que no, Anna es mi mejor amiga y la novia de mi mejor amigo.
-Ah claro, que tonta. Bueno mejor ....
-Mejor? Por que mejor?- y tu mejor amiga no perdía oportunidad.
-Eh? Yo dije mejor?...digo, por el trabajo para no mezclar las cosas- repitió Pau, un poco nerviosa, un poco apresurada.
Y te gustó. Vaya que te gustó.
Anna se excusó y se retiró para volver más tarde. No sin antes guiñarte un ojo a espaldas de Paula.
La viste suspirar. Viste recostar su cabeza en sus brazos, sobre la mesa de estudio. La viste mirarte de costado. La viste frágil. La viste natural. Naturalmente hermosa.
-Está cansada la presidenta de Beta Kappa?
-Algo así...Puedo confesarte algo Pedro?
-Claro...lo que quieras Pau
-Me divierto mucho con vos... y con Anna, claro. Sos el primer Delta Theta con el que me llevo bien, no he tenido buenas experiencias.
-Somos una buena casa, Pau, y vos sos una buena mina, muy simpática y bella por cierto. Si, te habías animado a decirle que era linda. Pero le dijiste bella. Se seguirá usando bella?. Tu mente no paraba de maquinar, pero ella te interrumpió.
-Yo creo que quizás un día podemos ser algo más de lo que somos
-Que querés decir?-le preguntaste, intentando ocultar tu sonrisa.
-Que...ay me da verguenza...me siento una nena de 5 años...que...podríamos ser buenos amigos, eso pienso
Y la sonrisa se te borró. Clara y notoriamente.
-Si, claro como no- le dijiste intentando sonar lo más sincero que pudiste en ese momento.
En realidad, tenerla tan cerca y tan sincera, te volvía mas vulnerable. Ella, te hacía más debil, ante sus encantos, ante su belleza, ante su persona, ante ella.
Y te morías de ganas por tocarla, abrazarla, besarla, decirle que hacía años estabas enamorado de ella, que la deseabas como un preso anhelaba su libertad, morías por sincerarte y contarle que vos tan solo querías que ella sea feliz y que con solo ver su sonrisa, tu sufrimiento valía la pena. Aunque te morías por ella, por su piel, por su amor, por sus cuidados. Te morías estando tan cerca, y no pudiendo hacer nada. Te morías por, al menos, rozar esos bellos labios, ahora, con una tonalidad rojo carmesí suave.
-Tampoco te dijo que no quería ser tu novia- intentó consolarte Poly, tu cuñada, que estaba tirada en tu cama junto a tu hermano, fede.
-Pero qué te dijo exactamente? Amigos tipo de los comunes o de esos con derechos?-preguntó Fede que asomaba su cabeza sobre el hombro de tu cuñada.
-Amigos...no se no le pregunté que tipo de amigos...no sabía que había clases
-Claro, siempre hay amigos con derechos o amigos comunes-dijo Hernán con aire superado
-Perdón? Más vale que vos solo tengas comunes-le recriminó Anna mientras le lanzaba un almohadón.
Todos estallaron en carcajadas y Herni fue hacia los brazos de Nani.
Suspiraste y los miraste a ellos. Lo que anhelabas. Lo que querías ...y no tenías. Tu cielo por alcanzar. Habías omitido una parte de la historia, la más importante quizás. "Nunca saldría con un Delta Theta" sus frases te llegaban, te golpeaban, te sacudían, sentías como tus ojos dolían, sentías el corazón estrujarse. Sentiste que el amor no era para vos. Sentiste odio y amor. Sentiste que finalmente, aunque quieras, por más amor que sientas, nunca, ibas a poder con el recuerdo, con la presencia, de Braian. Sentiste que la vida te dio naipes españoles... para jugar un partido de poker.
-Bueno, supongo que con Braian si..-le comentaste, como al pasar (al menos eso intentaste)
-Con el es distinto. El es mi novio...ya sabes-te dijo y la palabra novio era como un guante de box que no paraba de sacudir tu cara.
-Si, claro, me imagino, aunque las relaciones tienen que tener mucho de esto-le dijiste buscando sus ojos verdes
-Esto qué, Pedro?
-Esto, relax, poder hablar tranquilos, ya sabes contar las cosas, ir por un helado, tiempo libre juntos.
-No, Braian no es así
-Y no te gustaría alguien que si lo sea?
-No lo se, no lo había pensado-te dijo elevando sus hombros, y haciendo una especie de puchero. Igualmente, a esta altura no se si lo encontraría
-Oh, vamos Paula, eres grandiosa, linda, inteligente y divertida, que clase de hombre no te quisiera como novia? Como mujer? Como madre de sus hijos? Como chica para presentar a sus padres? Quién no te proyectaría en una casa con un bello jardín, niños alrededor y un golden retriever con sus pelos al viento corriendo por el parque?
-Me estaba emocionando hasta la parte de los pelos al viento, si que sos ocurrente pepe!!-exclamó Paula abrazándote de costado.
-Sabes-continuó ella- por un momento pensé que...nada olvidate-
-Nono, decime paupi, me interesa-le dijiste haciéndote el galán, que aparentemente no te salió porque ella echó a reír. Y vos te perdiste en ella, en su sonrisa, en sus ondas rubias. En su cuerpo normal y perfecto, en su risa, te perdiste en ella, en su ser. Te perdiste en que ella te parecía una persona inalcanzable, sin embargo, te estaba gustando el ritmo de la conversación
-Que por un momento...pensé...que me estabas tirando onda jajajja...lo siento pensé cualquiera....
-Por que cualquiera? Por que no Pau?
Ella te miró extrañada. Levantó su ceja izquierda. Se mordió su labio inferior. Y largó una carcajada: ay casi caigo de nuevo Pepe, sos tan divertido!!! A veces me pregunto por que no tenes novia
-Somos dos
-Cómo?-te preguntó
-Que yo también me lo pregunto, quizás no nací para ser amado
-Ay Pedro por Dios, te lo pido yo ahora, eres increíble, enserio en toda tu casa no hay nadie que te guste?
-No, no hay nadie en mi casa...Quizás afuera
-Oh, claro entiendo lo complicado que eso puede ser... quien te dice...quizás ella no tiene problemas
-Lo dudo
-Pepe, claramente, vos naciste para ser amado, sos increíble.-te dijo pasando la palma derecha de su mano sobre tu rostro.
Te estremeciste al contacto. Casi instantáneamente cerraste los ojos. Tu piel vibró tan solo con su cercanía, tan solo con su caricia. Proyectaste que pasaría si esto fuera todos los días, si pudieras levantarte y acostarte con sus besos, si pudieras ser quien la haga feliz, si ella pudiera ser quien te haga feliz. Tu trance fue interrumpido por su voz, por su dulce voz.
-Pedro, estas bien?
-Em, si, claro me decías?
-No, que ya anocheció, me voy para adentro si?
-Claro, te acompaño?
-Por favor-te dijo mirándote dulcemente.
-Ay pero que tecnológica estas Nani!!!!
-Mi novio me enseña mucho-te dijo burlándote y sacándote la lengua
-Parecen dos nenes-dijo Paula riéndose
-Lo somos - contestaste al mismo tiempo que sentías a Anna subiéndose a caballito tuyo.
-Bueno, volvamos en eje, dulces criaturas- dijo Paula, al mismo tiempo que exclamaba: Por Dios, como me divierto con ustedes dos!
-si, ustedes últimamente están muy confidentes -tiró Anna
-Annaaaaaaaa!-le gritaste. Y anotaste mentalmente matarla.
Paula te miró un tanto extrañada por tu brusca reacción, después de todo no había nada demasiado malo, y tampoco mentía, últimamente pasaban bastante tiempo juntos.
-Claro, Pepe se ha convertido en mi confidente, en mi mejor amigo- explicó Paula con su sonrisa impecable, mientras te abrazaba de costado
Y no pudiste menos que sonreír, al menos falsamente...al menos para verla feliz.
Luego de un rato Anna se fue y ustedes se quedaron charlando. La veías rara y decidiste averiguarlo.
-Hay algo que quieras contarme Pau?
La viste abrir sus ojos y dirigir su mirada hacia arriba, puesto que ella estaba sentada en la cama y vos te encontrabas parado.
-Me conoces de otra vida, Pepon? A veces me asusta que sepas tanto de mí, que me conozcas tanto, incluso más que Braian.
-Tu mirada es tan sincera que no necesito nada más.-le dijiste sincero. Lo más sincero que pudiste. Más sincero que nunca, conectando tus ojos marrones con sus ojos verdes.
-Yo, es que me da vergüenza pepe...
-Vergüenza? Por que? Que hiciste?
-Yo...yo tengo un atraso- te dijo como compungida, o al menos eso pensaste.
Y no pudiste más que desplomarte sobre la silla negra más cercana (aquella que tiene rueditas, la de computadora). Al caer sobre ella, la misma giró, sin dar vueltas, pero moviéndose.
La noche se te vino de golpe. Si había algo que no esperabas era eso. Si de alguna manera te hacías la idea de perderla, esto era lo peor, aquello contra lo que no podías luchar. No podías, ni querías. Tu Paula embarazada. La sangre se te heló, tu corazón comenzó a palpitar mucho más rápido, casi tan rápido como el de un bebé en la panza de su madre. Tuviste que pasar tu mano por tu cara para verificar que no se te hayan escapado lágrimas. Sentiste tu pulso acelerarse, como el aire empezaba a faltarte. Sentiste que la vida te estaba pasando facturas, tuyas, de tu familia y de tres generaciones anteriores. Sentiste que la vida te sacaba lenta y gustosamente la lengua. La sentiste reírse de vos. Porque no había necesidad, no de que las cosas sean así. No de sufrir lenta y dolorosamente. No de ver crecer, día a día, tarde a tarde, la panza, el fruto del amor de tu amor imposible y su novio. No, simplemente, no serías capaz de soportarlo. No querías y no podías, y a decir verdad...no creías merecerlo.
-Pepe...vamos, no pensas decirme nada?
-Que...yo ....no se que decirte
-Vamos pedro no sos el padre...por que te pones así?
-Si fuese el padre creo que la noticia me caería de otra manera Paupi-le dijiste intentando sonreír (aunque sin resultados favorables)
-Pero podrías ser el padrino- te dijo para luego echar a reír.
-Qué es tan gracioso?-le preguntaste
-Vamos, pepe, donde está tu sentido del humor? Era un pequeño chiste
-Oh, un chiste, claro, entiendo.- le dijiste comenzando tu retirada del cuarto
-Pedro por favor-te dijo tomándote de tu brazo, intentando detener tu paso.
-Basta Paulaaaaa!!!!! Que no entendes que me duele esto? Que me duele verte con otro? Acaso no entendes que me duele pensar que te perdí? Que incluso lo que mas me duele es saber que nunca te perdí, porque nunca llegue a tenerte? A veces no entiendo si lo haces al propósito o que!! No se como más decirte que...que yo TE AMO!-le escupiste, así, directo, como te salió, aunque después fueras a odiarte, aunque después vayas a arrepentirte. Y continuaste tu monólogo, a los gritos, a voz alta, como pudiste y quisiste, pero siempre mirándola a los ojos
-Cuándo vas a entender que yo estaba cuando nadie más estaba? Cuándo ni siquiera Braian estaba? Cuándo vas a entender que mis proyecciones eras vos? Que cuando te hablaba de amor no correspondido eras vos? Cuando mierda vas a entender, que te amo como nunca nadie lo haría, cuándo vas a entender que te soñé día y noche? Que te proyecté en mi casa? Que te imagine haciendo ñoquis un 29 con mi mamá? Que incluso imagine a mamá retándonos a mi hermano y a mi, por haber elegido dos Paulas como nueras? Pero no, vos nunca, me viste ni me vas a ver como yo te veo...desde el primer momento que te ví-
-Para Pedro, que es todo esto?, es un chiste?-te interrumpió ella incrédula y visiblemente emocionada.
-No, Paula!! Podes dejar de pensar que todo lo que te digo es un chiste? Nada de lo que te digo es chiste, deje mi corazón en tu mano y vos me preguntas si te estoy jodiendo? Sabés que? Haceme un favor, ya que tenes mi corazón en tus manos, no aprietes demasiado el puño cuando lo cierres para tirarme a la basura.
Si, con aires novelescos, le tiraste esa frase terrible, malísima, pero fue lo que te salió, lo que pudiste.
Anna se había vuelto intermediaria entre ustedes.
Sábado por la noche, baile de máscaras. Tonta idea de la universidad. Si algo te faltaba era un estúpido baile de máscaras, además seguramente ella iría. Ella seguramente iría con el estúpido de su novio...y vos... irías con Anna, ya que Hernán estaba enfermo.
-No es grandiosa la idea de este baile?- preguntó tu mejor amiga, entusiasmada hace días con la idea.
-La verdad que no. Totalmente aburrida e insípida-le contestaste mientras tenías tu mirada fija en el Pacman.
-Oh, vamos Pedro, lo prometiste! Dijiste que me acompañarías- te contestó Nani, visiblemente encaprichada
-okok, si te lo prometí, pero vos te encargabas de las máscaras verdad?
-Si, claro, vos solo ponete un lindo traje-continuó ella, que estaba fascinada con la idea.
Al llegar al baile, vieron a una sola pareja en medio de la pista. La mujer, parecía estar divirtiéndose. El, con un trago en la mano, apenas movía sus pies. Descubriste que el tenía tu misma máscara.
-Nani, creo que aquel tiene mi misma máscara-le dijiste a tu mejor amiga, que se encontraba inspeccionando el salón.
-Claro, era la idea-te contestó con una sonrisa.
-Cómo la idea? De que estas hablando Anna?-le preguntaste con el ceño fruncido. En general, entendías a tu amiga a la perfección, hoy no.
-Qué todavía no te has dado cuenta quienes son?
-Claro que no...debería? Oh, vamos Nani, no me digas que son...?
-Exacto Sherlock.- te dijo palmeándote el hombro.
-Hoy le demostrarás que es aquello que perdió, mi buen amigo-continuó ella.
En un momento de la noche, viste como el se retiró a buscar algo quizás.
Nani, te golpeó la espalda, dándote un poco de fuerza, de ánimo, tal vez.
Llegaste hasta ella, sentiste tus manos traspirar, tu respiración agitarse, nuevamente, una vez más. Viste sus ojos, a través de la mascara. Imaginaste que sonreía, porque así lo querías, así lo anhelabas. Entrelazaste tus dedos con los de ella. Te estremeciste al contacto, y sentiste que ella también lo hacía. Viste su piel erizarse, como si fuera frío, pero era imposible.Quizás, el escalofrío que sentías, ella también lo sentía. Y ya estabas confundido, desconocías si estas reacciones eran producto del contacto, o producto de que pensara que eras Braian
-Volviste rápido-te dijo colocándo sus manos en tu cuello, mientras comenzaba a sonar All Out Of Love (Air Supply)
Te limitaste a asentir, sabías, que debías ser cuidadoso si querías que funcione todo perfectamente.
Y él no solo no era el hazme reír de su novia, sino que ésta lo llenaba de mimos por el golpe recibido. Touche.
"Por amarte así a un paso de tu boca y sin poder besarla tan cerca de tu piel y sin poder tocarla ardiendo de deseos con cada mirada por amarte así"
-Quién leyó algo de Canadá? Pedro?-preguntó Paula mientras llevaba su portaminas rosa a la boca
-Pedro!!!-te chistó Anna, mientras te pegaba un rodillazo por debajo de la mesa, para despertarte de ese estado de babia, al que te transportaba una Paula tan cerca, tan natural, con su colita de costado, su camisa de jean y sus calzas coloradas.
-Nani-te quejaste, con tus ojos achinados mirándola
Y Paula rió. Y vos le sonreíste, porque sí. Porque era ella. Porque ella te puede, ella te sacude. En este mes que llevaban compartiendo los tres, la habías descubierto más humana, mas fresca, más linda, más cercana, más perfectamente imperfecta. Claro, eso era posible.
Había días que te colgabas en su sonrisa, en su simpatía (que desconocías), en sus delirios, en su dulce voz. Hacían un buen equipo, a decir verdad, tenían bastante afinidad los tres.
-Lo siento Pepon, pero te necesitamos acá, sabes?
-Dejalo, quizás estaba pensando en alguna chica-dijo Paula, graciosamente aunque sin darle demasiada importancia-No estabas no?-reiteró. Y te descolocó. Le sonreíste a Anna, quien te devolvió la sonrisa...
-Oh no, esto es enserio? Como no me di cuenta antes, que lindo-dijo tu Paula, con un tono raro en la voz para tu gusto (deseabas que la rareza sea sinónimo de celos)
-Que es lo que no entendes Pauli?- preguntó Nani rascandose la pera, con el ceño fruncido y su cabeza de costado. Pareciera que ella fuera la que no entendía.
-Que ustedes...son no-vios- dijo Paula un tanto miedosa, un tanto descolocada por el rumbo de la conversación.
Tus carcajadas sonaron limpias en el cuarto de Anna, donde se encontraban haciendo el trabajo. Seguidamente Nani se acopló a tus risas y Paula miraba sin entender mucho.
-No claro que no, Anna es mi mejor amiga y la novia de mi mejor amigo.
-Ah claro, que tonta. Bueno mejor ....
-Mejor? Por que mejor?- y tu mejor amiga no perdía oportunidad.
-Eh? Yo dije mejor?...digo, por el trabajo para no mezclar las cosas- repitió Pau, un poco nerviosa, un poco apresurada.
Y te gustó. Vaya que te gustó.
Anna se excusó y se retiró para volver más tarde. No sin antes guiñarte un ojo a espaldas de Paula.
La viste suspirar. Viste recostar su cabeza en sus brazos, sobre la mesa de estudio. La viste mirarte de costado. La viste frágil. La viste natural. Naturalmente hermosa.
-Está cansada la presidenta de Beta Kappa?
-Algo así...Puedo confesarte algo Pedro?
-Claro...lo que quieras Pau
-Me divierto mucho con vos... y con Anna, claro. Sos el primer Delta Theta con el que me llevo bien, no he tenido buenas experiencias.
-Somos una buena casa, Pau, y vos sos una buena mina, muy simpática y bella por cierto. Si, te habías animado a decirle que era linda. Pero le dijiste bella. Se seguirá usando bella?. Tu mente no paraba de maquinar, pero ella te interrumpió.
-Yo creo que quizás un día podemos ser algo más de lo que somos
-Que querés decir?-le preguntaste, intentando ocultar tu sonrisa.
-Que...ay me da verguenza...me siento una nena de 5 años...que...podríamos ser buenos amigos, eso pienso
Y la sonrisa se te borró. Clara y notoriamente.
-Si, claro como no- le dijiste intentando sonar lo más sincero que pudiste en ese momento.
En realidad, tenerla tan cerca y tan sincera, te volvía mas vulnerable. Ella, te hacía más debil, ante sus encantos, ante su belleza, ante su persona, ante ella.
Y te morías de ganas por tocarla, abrazarla, besarla, decirle que hacía años estabas enamorado de ella, que la deseabas como un preso anhelaba su libertad, morías por sincerarte y contarle que vos tan solo querías que ella sea feliz y que con solo ver su sonrisa, tu sufrimiento valía la pena. Aunque te morías por ella, por su piel, por su amor, por sus cuidados. Te morías estando tan cerca, y no pudiendo hacer nada. Te morías por, al menos, rozar esos bellos labios, ahora, con una tonalidad rojo carmesí suave.
"Asi voy caminando en esta cuerda floja por ir tras de tu huella convertida en sombra precio del amor que me negaste un dia"
-Tampoco te dijo que no quería ser tu novia- intentó consolarte Poly, tu cuñada, que estaba tirada en tu cama junto a tu hermano, fede.
-Pero qué te dijo exactamente? Amigos tipo de los comunes o de esos con derechos?-preguntó Fede que asomaba su cabeza sobre el hombro de tu cuñada.
-Amigos...no se no le pregunté que tipo de amigos...no sabía que había clases
-Claro, siempre hay amigos con derechos o amigos comunes-dijo Hernán con aire superado
-Perdón? Más vale que vos solo tengas comunes-le recriminó Anna mientras le lanzaba un almohadón.
Todos estallaron en carcajadas y Herni fue hacia los brazos de Nani.
Suspiraste y los miraste a ellos. Lo que anhelabas. Lo que querías ...y no tenías. Tu cielo por alcanzar. Habías omitido una parte de la historia, la más importante quizás. "Nunca saldría con un Delta Theta" sus frases te llegaban, te golpeaban, te sacudían, sentías como tus ojos dolían, sentías el corazón estrujarse. Sentiste que el amor no era para vos. Sentiste odio y amor. Sentiste que finalmente, aunque quieras, por más amor que sientas, nunca, ibas a poder con el recuerdo, con la presencia, de Braian. Sentiste que la vida te dio naipes españoles... para jugar un partido de poker.
"Contando los segundos que pasan por verte haciéndote culpable de mi propia suerte soñando hasta despierto con hacerte mía"-Sabes, nunca me sentí tan libre con alguien-te comento Paula (la tuya), mientras se encontraban tirados en el pasto del campus.
-Bueno, supongo que con Braian si..-le comentaste, como al pasar (al menos eso intentaste)
-Con el es distinto. El es mi novio...ya sabes-te dijo y la palabra novio era como un guante de box que no paraba de sacudir tu cara.
-Si, claro, me imagino, aunque las relaciones tienen que tener mucho de esto-le dijiste buscando sus ojos verdes
-Esto qué, Pedro?
-Esto, relax, poder hablar tranquilos, ya sabes contar las cosas, ir por un helado, tiempo libre juntos.
-No, Braian no es así
-Y no te gustaría alguien que si lo sea?
-No lo se, no lo había pensado-te dijo elevando sus hombros, y haciendo una especie de puchero. Igualmente, a esta altura no se si lo encontraría
-Oh, vamos Paula, eres grandiosa, linda, inteligente y divertida, que clase de hombre no te quisiera como novia? Como mujer? Como madre de sus hijos? Como chica para presentar a sus padres? Quién no te proyectaría en una casa con un bello jardín, niños alrededor y un golden retriever con sus pelos al viento corriendo por el parque?
-Me estaba emocionando hasta la parte de los pelos al viento, si que sos ocurrente pepe!!-exclamó Paula abrazándote de costado.
-Sabes-continuó ella- por un momento pensé que...nada olvidate-
-Nono, decime paupi, me interesa-le dijiste haciéndote el galán, que aparentemente no te salió porque ella echó a reír. Y vos te perdiste en ella, en su sonrisa, en sus ondas rubias. En su cuerpo normal y perfecto, en su risa, te perdiste en ella, en su ser. Te perdiste en que ella te parecía una persona inalcanzable, sin embargo, te estaba gustando el ritmo de la conversación
-Que por un momento...pensé...que me estabas tirando onda jajajja...lo siento pensé cualquiera....
-Por que cualquiera? Por que no Pau?
Ella te miró extrañada. Levantó su ceja izquierda. Se mordió su labio inferior. Y largó una carcajada: ay casi caigo de nuevo Pepe, sos tan divertido!!! A veces me pregunto por que no tenes novia
-Somos dos
-Cómo?-te preguntó
-Que yo también me lo pregunto, quizás no nací para ser amado
-Ay Pedro por Dios, te lo pido yo ahora, eres increíble, enserio en toda tu casa no hay nadie que te guste?
-No, no hay nadie en mi casa...Quizás afuera
-Oh, claro entiendo lo complicado que eso puede ser... quien te dice...quizás ella no tiene problemas
-Lo dudo
-Pepe, claramente, vos naciste para ser amado, sos increíble.-te dijo pasando la palma derecha de su mano sobre tu rostro.
Te estremeciste al contacto. Casi instantáneamente cerraste los ojos. Tu piel vibró tan solo con su cercanía, tan solo con su caricia. Proyectaste que pasaría si esto fuera todos los días, si pudieras levantarte y acostarte con sus besos, si pudieras ser quien la haga feliz, si ella pudiera ser quien te haga feliz. Tu trance fue interrumpido por su voz, por su dulce voz.
-Pedro, estas bien?
-Em, si, claro me decías?
-No, que ya anocheció, me voy para adentro si?
-Claro, te acompaño?
-Por favor-te dijo mirándote dulcemente.
"Sera, sera como tu quieras pero así sera si aun tengo que esperarte siete vidas más me quedare colgado de este sentimiento"-Vamos a hacer un power point?-preguntó Anna
-Ay pero que tecnológica estas Nani!!!!
-Mi novio me enseña mucho-te dijo burlándote y sacándote la lengua
-Parecen dos nenes-dijo Paula riéndose
-Lo somos - contestaste al mismo tiempo que sentías a Anna subiéndose a caballito tuyo.
-Bueno, volvamos en eje, dulces criaturas- dijo Paula, al mismo tiempo que exclamaba: Por Dios, como me divierto con ustedes dos!
-si, ustedes últimamente están muy confidentes -tiró Anna
-Annaaaaaaaa!-le gritaste. Y anotaste mentalmente matarla.
Paula te miró un tanto extrañada por tu brusca reacción, después de todo no había nada demasiado malo, y tampoco mentía, últimamente pasaban bastante tiempo juntos.
-Claro, Pepe se ha convertido en mi confidente, en mi mejor amigo- explicó Paula con su sonrisa impecable, mientras te abrazaba de costado
Y no pudiste menos que sonreír, al menos falsamente...al menos para verla feliz.
Luego de un rato Anna se fue y ustedes se quedaron charlando. La veías rara y decidiste averiguarlo.
-Hay algo que quieras contarme Pau?
La viste abrir sus ojos y dirigir su mirada hacia arriba, puesto que ella estaba sentada en la cama y vos te encontrabas parado.
-Me conoces de otra vida, Pepon? A veces me asusta que sepas tanto de mí, que me conozcas tanto, incluso más que Braian.
-Tu mirada es tan sincera que no necesito nada más.-le dijiste sincero. Lo más sincero que pudiste. Más sincero que nunca, conectando tus ojos marrones con sus ojos verdes.
-Yo, es que me da vergüenza pepe...
-Vergüenza? Por que? Que hiciste?
-Yo...yo tengo un atraso- te dijo como compungida, o al menos eso pensaste.
Y no pudiste más que desplomarte sobre la silla negra más cercana (aquella que tiene rueditas, la de computadora). Al caer sobre ella, la misma giró, sin dar vueltas, pero moviéndose.
La noche se te vino de golpe. Si había algo que no esperabas era eso. Si de alguna manera te hacías la idea de perderla, esto era lo peor, aquello contra lo que no podías luchar. No podías, ni querías. Tu Paula embarazada. La sangre se te heló, tu corazón comenzó a palpitar mucho más rápido, casi tan rápido como el de un bebé en la panza de su madre. Tuviste que pasar tu mano por tu cara para verificar que no se te hayan escapado lágrimas. Sentiste tu pulso acelerarse, como el aire empezaba a faltarte. Sentiste que la vida te estaba pasando facturas, tuyas, de tu familia y de tres generaciones anteriores. Sentiste que la vida te sacaba lenta y gustosamente la lengua. La sentiste reírse de vos. Porque no había necesidad, no de que las cosas sean así. No de sufrir lenta y dolorosamente. No de ver crecer, día a día, tarde a tarde, la panza, el fruto del amor de tu amor imposible y su novio. No, simplemente, no serías capaz de soportarlo. No querías y no podías, y a decir verdad...no creías merecerlo.
-Pepe...vamos, no pensas decirme nada?
-Que...yo ....no se que decirte
-Vamos pedro no sos el padre...por que te pones así?
-Si fuese el padre creo que la noticia me caería de otra manera Paupi-le dijiste intentando sonreír (aunque sin resultados favorables)
-Pero podrías ser el padrino- te dijo para luego echar a reír.
-Qué es tan gracioso?-le preguntaste
-Vamos, pepe, donde está tu sentido del humor? Era un pequeño chiste
-Oh, un chiste, claro, entiendo.- le dijiste comenzando tu retirada del cuarto
-Pedro por favor-te dijo tomándote de tu brazo, intentando detener tu paso.
-Basta Paulaaaaa!!!!! Que no entendes que me duele esto? Que me duele verte con otro? Acaso no entendes que me duele pensar que te perdí? Que incluso lo que mas me duele es saber que nunca te perdí, porque nunca llegue a tenerte? A veces no entiendo si lo haces al propósito o que!! No se como más decirte que...que yo TE AMO!-le escupiste, así, directo, como te salió, aunque después fueras a odiarte, aunque después vayas a arrepentirte. Y continuaste tu monólogo, a los gritos, a voz alta, como pudiste y quisiste, pero siempre mirándola a los ojos
-Cuándo vas a entender que yo estaba cuando nadie más estaba? Cuándo ni siquiera Braian estaba? Cuándo vas a entender que mis proyecciones eras vos? Que cuando te hablaba de amor no correspondido eras vos? Cuando mierda vas a entender, que te amo como nunca nadie lo haría, cuándo vas a entender que te soñé día y noche? Que te proyecté en mi casa? Que te imagine haciendo ñoquis un 29 con mi mamá? Que incluso imagine a mamá retándonos a mi hermano y a mi, por haber elegido dos Paulas como nueras? Pero no, vos nunca, me viste ni me vas a ver como yo te veo...desde el primer momento que te ví-
-Para Pedro, que es todo esto?, es un chiste?-te interrumpió ella incrédula y visiblemente emocionada.
-No, Paula!! Podes dejar de pensar que todo lo que te digo es un chiste? Nada de lo que te digo es chiste, deje mi corazón en tu mano y vos me preguntas si te estoy jodiendo? Sabés que? Haceme un favor, ya que tenes mi corazón en tus manos, no aprietes demasiado el puño cuando lo cierres para tirarme a la basura.
Si, con aires novelescos, le tiraste esa frase terrible, malísima, pero fue lo que te salió, lo que pudiste.
"Por amarte así es esa mi fortuna es ese mi castigo sera que tanto amor acaso esta prohibido yo sigo aqui muriendo por estar contigo"No habías vuelto a hablar con Paula. Tenías todo demasiado confundido como para verla, escucharla, o cualquier otra cosa, que te demande contacto con ella.
Anna se había vuelto intermediaria entre ustedes.
Sábado por la noche, baile de máscaras. Tonta idea de la universidad. Si algo te faltaba era un estúpido baile de máscaras, además seguramente ella iría. Ella seguramente iría con el estúpido de su novio...y vos... irías con Anna, ya que Hernán estaba enfermo.
-No es grandiosa la idea de este baile?- preguntó tu mejor amiga, entusiasmada hace días con la idea.
-La verdad que no. Totalmente aburrida e insípida-le contestaste mientras tenías tu mirada fija en el Pacman.
-Oh, vamos Pedro, lo prometiste! Dijiste que me acompañarías- te contestó Nani, visiblemente encaprichada
-okok, si te lo prometí, pero vos te encargabas de las máscaras verdad?
-Si, claro, vos solo ponete un lindo traje-continuó ella, que estaba fascinada con la idea.
Al llegar al baile, vieron a una sola pareja en medio de la pista. La mujer, parecía estar divirtiéndose. El, con un trago en la mano, apenas movía sus pies. Descubriste que el tenía tu misma máscara.
-Nani, creo que aquel tiene mi misma máscara-le dijiste a tu mejor amiga, que se encontraba inspeccionando el salón.
-Claro, era la idea-te contestó con una sonrisa.
-Cómo la idea? De que estas hablando Anna?-le preguntaste con el ceño fruncido. En general, entendías a tu amiga a la perfección, hoy no.
-Qué todavía no te has dado cuenta quienes son?
-Claro que no...debería? Oh, vamos Nani, no me digas que son...?
-Exacto Sherlock.- te dijo palmeándote el hombro.
-Hoy le demostrarás que es aquello que perdió, mi buen amigo-continuó ella.
En un momento de la noche, viste como el se retiró a buscar algo quizás.
Nani, te golpeó la espalda, dándote un poco de fuerza, de ánimo, tal vez.
Llegaste hasta ella, sentiste tus manos traspirar, tu respiración agitarse, nuevamente, una vez más. Viste sus ojos, a través de la mascara. Imaginaste que sonreía, porque así lo querías, así lo anhelabas. Entrelazaste tus dedos con los de ella. Te estremeciste al contacto, y sentiste que ella también lo hacía. Viste su piel erizarse, como si fuera frío, pero era imposible.Quizás, el escalofrío que sentías, ella también lo sentía. Y ya estabas confundido, desconocías si estas reacciones eran producto del contacto, o producto de que pensara que eras Braian
-Volviste rápido-te dijo colocándo sus manos en tu cuello, mientras comenzaba a sonar All Out Of Love (Air Supply)
Te limitaste a asentir, sabías, que debías ser cuidadoso si querías que funcione todo perfectamente.
Aprovechaste, a pasar tu mano, por su cara, por sus pómulos, dibujaste con tu dedo índice (tembloroso, vaya que temblaba) sus labios, cubriendo la yema de tu dedo con un furioso rojo carmesí, que bello le quedaba. Colocaste tu mano izquierda en su cintura, como atrayéndola más a vos, ella, solo se dejó conducir.
"I WANT YOU TO COME BACK AND CARRY ME HOME" y te acercabas a ella lentamente. "AWAY FROM THIS LONG, LONELY NIGHTS" y comenzabas a inclinar tu cabeza hacia ella, mientras ella hacía lo mismo. Ya no sabías si había un mañana, si había alguien más que ustedes dos, ya desconocías si el mundo seguía girando, si tenías los pies sobre la tierra, o si estaba despierto o dormido. "I´M REACHING FOR YOU, ARE YOU FEELING IT TOO? DOES THE FEELING SEEM OH, SO RIGHT?" Y la besaste, con amor, con desesperación, la sentiste dudar, por unos instantes, para luego sentir como se acoplaba al beso, a tu beso, a ese primer beso.Sentiste como tu cuerpo no daba más, sentiste el calor subir, sentiste la pasión enredarse con la ternura, sentiste tus pies moverse. Traspasaron la puerta y terminaron besándose bajo la estrellas, en el campus. En la oscuridad de la noche, en la soledad de sus besos.
Bajaste tu brazo y dibujaste su silueta, sentiste como se estremecían al contacto, la viste cerrar los ojos, sentiste como te deseaba, la sentiste morder tu labio inferior, despacio y suavemente. Jugaste con su boca, mientras depositabas besos en su cuello. Llegaste a su oreja derecha, y la mordiste suavemente, sentiste como disfrutó el contacto, mientras te apegaba más a su cuerpo. No llevabas la cuenta de cuantos minutos llevaban sin hablar, pero lo valía, sin dudas lo valían, y sin duda ya llevaban unos cuantos.
Sentiste como ella torpemente, quiso sacar tu máscara, cosa que interrumpiste de inmediato, negando con la cabeza. Sentiste su palma izquierda recorrer tu cara, tu barba incipiente, sentiste como desabotonaba el primer botón de tu camisa blanca. Sentiste que no daba más, que la lujuria se había despertado. Sentiste como te deseaba, sentiste sus besos subir de tonalidad y de deseo. La sentiste agitada, acelerada, quizás, hasta desesperada. Sentiste que iba por más, que quería todo.
Recién ahí, le diste un suave pero apasionado beso. Y retrocediste. Retrocediste un paso. Con tu mano derecha, retiraste la máscara, dejándote al descubierto. La miraste a los ojos. Ella rápidamente tiró de la de ella para hacer contacto visual con vos. Viste sus ojos llenarse de lágrimas y solo fuiste capaz de decirle (tomando su pera): "nunca nadie, te hará desear como yo lo hago, ni te besara como yo te beso, y mucho menos, y aunque no te quieras dar cuenta, nunca serás capaz de amar a alguien como me amas a mi, porque nunca nadie te amara la mitad de lo que yo te amo" Y la dejaste sola. Parada y viéndote ir. Parada y sin reacción, mientras vos te retirabas a tu habitación.
"Por amarte así a 1 paso de tu boca y sin poder besarla tan cerca de ti piel y sin poder tocarla ardiendo de deseos con cada mirada por amarte así"
-Pedroooo a dónde vas????-te gritó Anna, intentando detenerte
-Dejame Nani, necesito estar solo
-Te lastime más?No sirvió?- Te preguntó algo afligida, bajando la cabeza.
-No, Nani, hiciste lo que pudiste, sos la mejor amiga que podría tener, lo sabes verdad?-le dijiste sincero y tierno a la vez, dándole un abrazo. Y le cerraste la puerta de la habitación.
Escuchaste el sonido de la puerta
-Vamos, pepe, volve a la fiesta-Nani, te seguía insistiendo
-No nani, enserio, quiero estar solo
Otra vez el sonido de la puerta
-Vamos, dejame entrar Pedro no seas chiquilin, no me iré de acá sin que me abras,
-Te vas a quedar esperando entonces, no pienso abrirte
Otra vez, tocaban a tu puerta. Decidiste hacer caso omiso. El sonido insistente, llegaba nuevamente a tus oídos. Ya estabas cansándote, esta mujer no entendía que querías descansar? Colgaste tu saco en la silla más cercana, y comenzaste a desabotonar tu camisa blanca, sin mancha alguna (increíble, pero real). Una vez más el sonido de la puerta. No le abrirías, no.
Ya escuchabas el puño entero golpear tu puerta. Cansado, abatido, casi molesto te levantaste
-Que acaso no puedes dejarme en paz????????-le gritaste, abriendo la puerta de par en par.
-No, no puedo- te respondieron del otro lado. Mientras le hacía una radiografía a tu torso desnudo.
-Que hacés acá?-le preguntaste
-Creo que tenés razón
-En qué?
-Que yo también quiero los días 29 amasar los ñoquis con tu mamá, quiero que me confunda con Poly, quiero el golden con el viento y todo (y la viste sonreír), quiero los nenes, quiero que la próxima vez que te hable de un atraso no sea un chiste, quiero que cuando te lo diga no te paralices, sino que me tomes por la cintura y me gires por el aire, quiero levantarme a tu lado cada mañana, quiero batirte el café todos los días, quiero soñarte despierta y dormida, quiero -y entrelazó sus manos con las tuyas- ser quien te cuide, quiero ser quien te mime, quiero que sean tus brazos los que me arropen cada noche, quiero que beses mi frente todos los días antes de decirme buenas noches, quiero no engañarme más, quiero que sigas queriendo ser mi amor por siempre- te confesó entre lágrimas, hipando, acelerada, como es ella, agitada, desahogándose.
-Yo...-y no supiste como continuar
-Quiero ser tu mujer, la única que duerma en tu cama, no quiero ser tu amiga. Quiero que me digas que no te perdí, por favor...-te suplicó, acariciando tu cara, separando tus labios con la yema de los dedos. Perdiendo su mirada en ellos, para finalmente enfocar sus hermosos ojos verdes en tus ojos color miel. Que aún no creían lo que veían. Estaban confundidos, al igual que vos.
-Dejame demostrarte que te amo-te pidió.
-No Pau, por favor.
-No me hagas esto, por favor- te dijo llorando, cayendo lentamente al piso, arrastrándo sus manos por tus piernas, quedando finalmente sentada a tus pies. Para mirarte desde abajo, suplicándote. Suplicando amor, paciencia, suplicando que la vuelvas a elegir
-Volveme a elegir Pedro, por favor - te suplicó nuevamente, cual niña encaprichada, golpeando sus puños contra la alfombra de tu habitación.
-No puedo Pau, yo simplemente no puedo
-Que necesitas que haga? Que necesitas que diga? Me siento en Diario de Una Pasión juro que como Noah podría decirte "Puedo ser lo que quieras. Sólo dime lo que quieres y lo seré por ti"
-Oh, vamos Pepe, por favor...-continuó
-No te puedo volver a elegir Pau
-"Tan sólo soy una chica delante de un chico pidiéndole que la quiera" -te dijo interrumpiéndote, con una sonrisa, con la que quiso comprarte, como siempre, como nunca.
-Vas a citarme todas tus películas favoritas? Y le hiciste la media sonrisa Alfonso. Y ella se derritió, pudiste sentirlo.
-Vas a citarme todas tus películas favoritas? Y le hiciste la media sonrisa Alfonso. Y ella se derritió, pudiste sentirlo.
Tomándole su mano, ayudándola a pararla, la levaste frente a ti. Conectaste las miradas, colocate tu mano derecha sobre su pómulo izquierdo.
-No puedo volver a elegirte, porque hace 1460 días que lo único que hago es elegirte, día y noche, sin interrupciones.
Y te besó, por primera vez ella te besó. Porque ella te eligió. Te entendió y te eligió. Y nunca podrías decir nunca. Una Beta Kappa besando a un Delta Theta. Eligiéndolo. Pidiéndole que la ame, que la elija. Y no hizo falta que te confieses, porque ella ya lo sabía: claro que seguías queriendo que ella siga siendo tu amor por siempre.